Cuando pensamos en el aprendizaje de la lengua japonesa, tanto alumnos como maestros nos enfocamos en practicar los aspectos más desafiantes del japonés: gramática y escritura; dejando de lado la habilidad conversacional, la cual es de suma importancia para los estudiantes si buscan vivir en Japón o comunicarse en su centro de trabajo.

En el Curso Intensivo de Verano 2019, conocí profesores de diferentes partes del país y del mundo. Todos ellos con el deseo de difundir la lengua japonesa y acercar a los a los estudiantes más a la cultura y a un contexto real donde puedan desarrollar sus habilidades comunicativas. Tuve la oportunidad de conocer sus técnicas de enseñanza que definitivamente usaré como inspiración para mejorar mis clases y mejorar el nivel de idioma de mis alumnos.

Además de participar en las actividades académicas, compartir momentos de recreación con los participantes fue una de las experiencias más valiosas que viví en el curso. En mi ciudad, tengo muy pocas oportunidades de tener contacto con la lengua japonesa y no conozco a tantos profesores con quién compartir consejos, experiencias o simplemente tener una conversación casual en japonés. Tal situación me motivó a pensar en la creación de espacios o ambientes en los que mis alumnos puedan sentirse con la confianza de usar el idioma que aprenden y que puedan sentir la misma satisfacción que sentí yo al poderme comunicar en una segunda lengua.

Sin duda, asistir al curso de verano es un experiencia que todo profesor de japonés debería hacer al menos una vez en la vida. Por mi parte, estaré ahí el próximo año.

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Profesora Berenice Cruz.

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